domingo, 14 de abril de 2013

Li Ch'oohix


Llevábamos varios días en la montaña, visitando de aldea en aldea. La comida empezaba a hacer su efecto en nosotros. "Li padr Rapel", como le llamaban los k'ekch'íes -porque en su alfabeto no existe la "f"- tenían fuertes dolores de estómago. La salida a la siguiente aldea se fue atrasando por esperar que "Rapel" mejorara. La espera
fue inútil y tuvimos que salir tarde y con él enfermo.

Los paisajes deslumbraban. Era la belleza de la selva casi virgen. El atardecer le hacía estar más fresca y este clima, unido a los tonos de luz del ocaso, le daban una magia especial. Estar con este pueblo era como recrear la historia de la salvación desde la Creación.