domingo, 24 de junio de 2012

Comunión...


Como cosa extraña la mañana estaba soleada. El suelo aún estaba húmedo, unas pocas horas de sol no son suficientes para secarla. El verde de la vegetación realzaba bajo la luz matutina. Todo olía a tierra húmeda. El olor se sentía aún más debido a la evaporación que producía el Sol tropical. Los colores, los olores, llegaban a lo más profundo de los sentidos. Pero eran las palabras de aquel alto, flemático, lacónico y sereno sacerdote hindú las que llegaban a lo profundo del corazón. Narraba cómo un Delegado de la Palabra, sencillo, pero con la espiritualidad profunda que caracteriza al pueblo q’eqch’í, concluía una razonamiento diciendo “Padre: ¡¡¡pobres los ricos!!!”.